Esta obra publicada en 1970, es la principal contribución teórica de la autora al pensamiento feminista cuya influencia marcó la segunda ola del feminismo. Figes hace un análisis incisivo y revelador sobre cómo las estructuras patriarcales han moldeado y limitado la vida de las mujeres a lo largo de la historia, explorando la necesidad de un cambio no solo en las leyes y políticas, sino también en las actitudes y mentalidades que perpetúan la desigualdad de género. Como ella misma escribe: "Los cambios sociales en favor de los derechos de la mujer no son suficientes si no se da también un cambio de pensamiento, de actitudes".
